Mañana jueves tendrá lugar en la Sala Constitucional del Congreso de los Diputados la Jornada “Economía de Impacto y Sector Público. Repensando la inversión con el impulso de la Administración”. Este evento, organizado por SpainNAB y las consultoras Harmon y Afi, pretende involucrar a la esfera política y a las Administraciones Públicas en el cambio de paradigma e impulsar, igualmente, una transformación social y del planteamiento inversionista dominante.
La Jornada se desarrollará desde las 9:00 hasta las 13:45 horas y se dividirá en varias mesas: social, de inversión; empresarial y política, además de la presentación de la jornada, en la que se tratará de responder a qué es la economía de impacto, y de un espacio de diálogo institucional.
Como no podía ser de otro modo, Amica participará en la mesa social. Será nuestro director-gerente, Tomás Castillo, quien, junto a Alberto Durán, vicepresidente primero de grupo Social ONCE, Juan Antonio Pedreño, presidente de CEPES y Silverio Agea, director general de AEF, debata sobre la economía de impacto y asuntos como el valor social o las necesidades y propuestas para avanzar en esta materia.
En este sentido, la medición del impacto social, en especial del generado por las entidades del Tercer Sector como Amica, se antoja crucial para evidenciar la capacidad de transformación que las organizaciones tienen sobre la vida de las personas. Un concepto clave, porque es común a todas las acciones y resultados relacionados con lo social y con el impacto.
La vida de las personas cambia gracias a la necesaria implicación económica de la ciudadanía, que colabora en la generación de sociedades inclusivas y modernas que, a su vez, se nutren, sin excluir a nadie, del talento, de las habilidades y del esfuerzo de todas las personas. Además, no podemos ni deberíamos ignorar uno de los grandes retos que ya afrontamos y que marcará nuestro futuro: el medioambiental y climático. Es crucial actuar y que todas las personas nos impliquemos, tiñendo nuestras acciones de responsabilidad, por el bien y por el futuro de todos y todas. Nos va la vida en ello.
La generación de entornos de confianza es clave para aumentar la inversión social y una legislación adecuada ayudaría a crear un marco de seguridad jurídica en los inversores, así como la creación de líneas de aval específicas o la introducción de incentivos fiscales para la inversión social y medioambiental.
Es el momento, no podemos esperar. Nos acechan retos que debemos afrontar con urgencia. Porque los fenómenos de este siglo son solo señales que marcan el principio. Estamos a tiempo. ¡Actuemos!